"El arte es un paso desde lo visible y conocido, hacia lo desconocido." Kalil Gibran

sábado, 29 de septiembre de 2012

Sinfonías

Digital art by Patzyar - © All Rights Reserved

Dicen los especialistas que la vida y la obra de Haydn están tan indisolublemente unidas, que no se puede hablar de la una sin referirse a la otra y que, por esa razón,  existen tantas anécdotas relacionadas con su música. Una de las más conocidas es la que acompaña a la Sinfonía nº 45, conocida con el nombre de Los adioses. Haydn trabajaba, según la temporada del año, o  bien en Viena, o bien en alguna de las casas de campo que tenía la familia Esterhàza, sus empleadores. El trabajo de los músicos se multiplicaba en la temporada de verano, ya que los Esterhàzy recibían numerosísimos invitados  a los que homenajeaban con eventos musicales, y Haydn era uno de los grandes atractivos para los visitantes por ser un afamadísimo compositor, cuya fama crecía y crecía por toda Europa. Un verano, la temporada se prolongó más de lo habitual, y muchos de los músicos llevaban meses sin ver a sus familias, lo que empezó a causar malestar entre ellos. Cuando esta situación llega a oídos de Haydn, y considerando que en aquellos tiempos no estaba bien visto que la servidumbre comunicara a su patrón sentimientos negativos, el compositor decide insinuar el conflicto a los Esterhàza pero valiéndose de la música como mensaje. Para ello compuso una sinfonía en la que los músicos no terminaran de tocar todos a la vez, como era lo normal en las codas típicas del Clasicismo… sino que fueran haciéndolo poco a poco. Los músicos de la orquesta recibieron instrucciones del maestro: cuando un músico terminara su parte, en lugar de aguardar en su sitio a que terminaran los demás, debía levantarse silenciosa y respetuosamente, recoger su partitura y abandonar la sala… con la consiguiente sorpresa de los asistentes, que vieron con asombro cómo los músicos iban saliendo uno a uno. A esta sinfonía se le conoce como Sinfonía de los Adioses, y es una curiosa reivindicación laboral hecha con música. Por fortuna el príncipe, que era un hombre inteligente y sensible, entendió la indirecta y todos regresaron a sus casas casi de inmediato…

Ojalá los mensajes del arte de hoy fueran siempre así de efectivos…Será que los mensajeros actuales no resultan ser tan eficientes?, o no están a la altura de las circunstancias?, o hay más egoísmo, más ego, más materialismo, y menor contenido en los mensajes?…o, tal vez,  los “príncipes” de hoy en día, contrariamente a lo que las victorias sociales pregonan, están más sordos ante los mensajes de sus pueblos?…


Fuente: http://marianmus.wordpress.com

4 comentarios:

Cayetano dijo...

Esta es una época bastante anodina para la creatividad y la originalidad. Lo que prima es lo material.
Un saludo.

Patzy dijo...

Lamentablemente, así es...incluso lo creativo está absolutamente supeditado a los material la mayoría de las veces...Hay artistas que crean cosas comerciales y otras "artísticas" por decirle de algún modo...Pero si lo piensas, y ves al arte como expresión del tiempo en que le toca desarrollarse, no se ve tan alocado...es lo que nos toca vivir en este siglo XXI, no? Gracias Cayetano, y un abrazooooo

Anónimo dijo...

Bonito blog :). Lo he disfrutado; espero tu también puedas disfrutar el mio si te apetece. http://ced85.wordpress.com

Son ilustraciones y pinturas, algunas de ellas con retoques digitales

Patzy dijo...

Muchas gracias por tu visita y elogio!!! Con mucho gusto la retribuiré y visitaré tu espacio. Allí te comentaré. Un abrazooooo

Publicar un comentario