"El arte es un paso desde lo visible y conocido, hacia lo desconocido." Kalil Gibran

lunes, 21 de enero de 2013

La palma de Josefina

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La "misoginia" es la aversión u odio a las mujeres, o la tendencia ideológica o psicológica que consiste en despreciar a la mujer como sexo y a todo lo considerado como femenino. Tal vez, mucho de aquello contra lo que hemos tenido que batallar las mujeres para alcanzar lugares de notoriedad en diversos campos vedados a nosotras en la historia de nuestro género, (cosa que aún hoy, no obstante algunos merecidos triunfos, continuamos haciendo), esté sustentado en  manifestaciones misóginas provenientes de grandes ilustrados del pasado. Fueron misógenos, por ejemplo: Aristóteles, Schopenhauer, el Marqués de Santillana, Maquiavelo, Nietszche y Hitchcock, entre otros. Pero es al mismísimo Napoleón, uno de los misóginos más pródigos en frases machistas, a quien le debemos comentarios del tipo:  "las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo". Cierta vez le preguntaron a este personaje cuál era, a su entender, la mujer más importante que conocía, a lo que él respondió “la que tuvo más hijos”…En fin, cabe destacar, sin embargo, que Josefina, una mujer, fue el gran amor de Napoleón, y fue a ella a quien le escribió apasionadas cartas en las que le decía: “El día en que digas te amo menos, será el último de mi amor o el último de mi vida. Si mi corazón fuese bastante vil para amar sin ser correspondido lo destrozaría con mis dientes. ¡Josefina!”…
Inspirada en esta historia, me pareció apropiado expresar en mi trabajo que «A cada cerdo le llega su San Martín»…con perdón de los cerdos (y del gran Estadista francés, claro!!!! Jajaja (me salió la feminista...tan criticable lo uno como lo otro).

10 comentarios:

jaal dijo...

Un pelotillero es lo que era ese. Napoleón. Un pelotillero y un liante. Es una buena entrada Patzy.

Saludos desde La Elipa

rgrosaga@gmail.com dijo...

Pues no sabía esto de Napoleón, pues no sé de qué le sirvió su gran inteligencia en este aspecto.

Mirella S. dijo...

El año pasado, en un taller sobre los distintos géneros literarios, en el formato "cartas", leímos algunas de las que Napoleón le enviaba a Josefina entre batalla y batalla; aun teniendo en cuenta el estilo de la época, empalagoso y altisonante, no me creí nada de lo que decía el Napo... que la engañaba, inclusive con damas de compañía y criadas de la Jose (que no se quedaba atrás en cuestión de infidelidades) y el gran emperador terminó divorciándose, por no tener un hijo con ella.
No sé si tipos que alcanzaron tal cantidad de poder pueden permitirse sentir amor, más que al propio poder y a sí mismos. También se decía que ella apenas contestaba a sus cartas, porque en realidad nunca lo quiso. El ego del Napo estaría bastante molesto ante esta indiferencia, y a veces el amor propio herido se confunde con el amor.
Quién sabe, pasó hace dos siglos...
Un gran abrazo

Patzy dijo...

Jaal:
Muchas gracias, Jaal, amigo mio! Cada vez me gusta más como escribes, para que lo sepas! Y me encantaron, también, esos adjetivos: "pelotillero" y "liante", tan españoles, tan simpáticos para nosotros aquí por el sur! Un abrazoooo, y gracias!

Patzy dijo...

Rosa:
Ya ves, aquí arriba, un coterráneo tuyo, afirma que Napoleón era un "pelotillero"...como me gustó el término, te lo repito, la historia fue escrita, en su mayoría, por hombres...y no quiere decir que "ocultaran", sino que para ellos, también, muchas de estas cosas constituían una línea de pensamiento coincidente por entonces, no? Gracias por pasar, amiga, y un beso.

Patzy dijo...

Mirella:
Qué interesante razonamiento el tuyo! Pues puede ser, tranquilamente, el justificativo perfecto para que las mujeres, desde esas épocas, sólo fueramos un "objeto" más del poder, verdad? Me gusta contar con tus comentarios, por cómo los escribes y por lo "jugosos" que son. Gracias! Y beso!

Cayetano dijo...

Misóginos los ha habido "a espuertas" a lo largo de la historia. Quevedo, por ejemplo. Lo que ocurre es que a veces hemos de realizar un ejercicio para ponernos en la piel y en la mentalidad de gentes de tiempos pasados. En la España del Barroco, por ejemplo, podrías ser una excelente persona, buen amigo y buen padre, y sin embargo ser xenófobo, porque era lo normal y respondía a la mentalidad de su época.
Un saludo.

Patzy dijo...

Cayetano:
Lo sé, lo sé...seguramente, como tu dices, no podemos juzgar individuos sino, en este caso, todo un género, el masculino...y, a su vez, toda una sociedad, la de cada época, por permitir determinadas líneas de pensamiento...Ahora, comprenderás tú, que a las mujeres no nos gusta nada que aún hoy nos sigan "resfregando" los "refrancitos" del tío este, verdad? Bueno, eso nos ha dejado de legado, ya que lo que dice un prócer, equivocado o no, siempre deja huella...A Napoleón, hablando de mujeres, lo prefería mudo! Je! Saludos Cayetano!

Eduardo Omar Campilongo dijo...

Interesante tu nota y bien acompañada por el dibujo...No sabía lo que habían dicho esos ñatos que citas de las mujeres. No me gusta la misoginia, pero, ahora hay peligro, en el país, de volvernos todos misóginos por culpa de la presidenta Cristina que nos irrita en cada aparición por cadena nacional.
Saludos y abrazo!!

Patzy dijo...

Ceo:
Jjajajaja...no lo había visto desde esa óptica...jajajaj...tenés razón...corremos peligro de convertirnos todos en misógenos!!! Jajajajaj Saludos!! Y gracias por pasar!

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